Ya no habría más etapas, sólo ver uno de los países más bellos y atractivos del mundo sin apuros. Italia es todo Arte, Historia,, pero también un país cuyos habitantes tiene un temperamento muy parecido al nuestro (no del todo), pero les gusta la fiesta, hablan en un tono más alto que en los demás países de Europa, sobre todo cuando tienen razón, y, en fín, te entiendes muy bién con ellos. El idioma no es un problema, así que.... a conocer Italia.
Así, pues, nos dirijimos a una de las ciudades, que ningún viajero debe perderse: FLORENCIA.
Llegamos por la tarde, como es nuestra costumbre, sobre las 7, para "el reconocimiento". El mejor sitio en Florencia, desde mi punto de vista, es el Camping Michelangelo, muy bien situado, al lado de la Plaza de Michelangelo, desde donde se divisa toda la ciudad.
Al terminar los papeleos del campnig, anocheció, así que el reconocimiento los hicimos de noche. Vale la pena. Florencia de noche es preciosa.
Cruzamos el Puente Vecchio con un gran ambiente. Nos llevamos la sorpresa que había un conjunto musical de jóvenes españoles, que estaba teniendo un gran éxito.
Al día siguiente, 27 de agosto, nos levantamos a las 10 de la mañana, desayunamos en la cafetería del camping ya que mary no tenía ganas de fregar loza, así que nos despachamos un buen desayuno.Atención, no suelen ser baratos.
Dando el paseo matinal con Gandalf, disfrutamos de la hermosísimaa vista de la ciudad desde la Plaza de Micheangelo, inolvidable. La plaza tiene un ambiente de mercado y turismo impresionante. Todo el mundo hace las fotos de rigor sobre la vista de la ciudad y los jóvenes nos piden que les hagamos fotos viéndose "la citá".
Así que, despues del paseo, decidimos abandonar Florencia (Firenze) quedando con ganas de volver en otra ocasión.
A las 12 de la mañana, "rugen los caballos de Perseo", que ya tenían ganas de trotar.
Decidimos ir hacia la costa y comenzar a subir hacia Pisa, Monaco, etc.
Ese dia descubrimos Pisa, que realmente lo que tiene que ver es la torre inclinada y el Doumo, que está al lado. Gandalf conoció a un grupo de perros de su tamaño, con los cuales estruvo jugando hasta que quedaron todos agotados entre las risas de sus dueños, italianos, franceses, alemanes, es decir "una reunión internacional canina"
Continuamos viaje y aprendimos otra lección: si quieres ir parando y ver pueblos y lugares con encanto, con tranquilidad, tienes que madrugar. Tanto es así, que de pronto nos encontramos en la carretera un "Desvio privisionale", el cual seguimos. ¡Madre mía!
Carretera estrecha (menos mal que debía ser dirección única, ya que dos coches no cabían), cuesta arriba, cuesta abajo y lo peor....curvita va y curvita viene, pero ....¡que curvitas!. Mi primera experiencia con los hue.... arriba en AC., y para rematar la faena....se hizo de noche en aquella "Autoestrata".
De pronto, una señal conocida en lo que creíamos era un monte abandonado de la mano de Dios: AREA CAMPER!. Sin dudarlo entramos en una pequeña área, inclinada, que al parecer era de pago.
Un lugar solitario, pero nos tranquilizó al ver a otra AC aparcada con todo cerrado, pasando la noche...bueno, eran las 12 de la noche, así que.... ¡a dormir!.
Dormimos muy bien sin oir un solo ruido hasta la mañana siguiente a eso de las 9 , en que comenzaron a llegar autobuses con turistas. Al salir de la AC, nos llevamos una de las mayores sorpresas del viaje: Acabábamos de descubrir Chinqueterre (cinco tierras), como Colón descubrió América: por casualidad.
Chinqueterre, es una zona de la Toscana, pero en la costa oeste de Italia, al norte de la ciudad de La Spezzia, entre Portovenere y Casarza-Ligure, y la forman cinco pueblecitos construídos en pleno acantilado de una belleza inimaginable.
Gandalf, se dió el baño de rigor.
En la foto superior podeis apreciar "el muelle de Manarola".
Ni que decir tiene que disfrutamos como enanos. Ya al final de la mañana, nos enteramos que todo Chinqueterre se puede visitar de tres maneras: haciendo senderismo siguiendo todo el borde de la costa; por mar, en "vaporetos", y en el "tren del amore", que recorre la costa por túneles y paisajes bellísimos.
Otro lugar para volver con más tiempo.
Debiamos continuar viaje así que salimos de Manarola con ganas de volver. Al atardecer, llegamos a Borguetto, donde teniamos localizado un camping, el "Boccicia".
Esperabamos otra cosa: camping caro, separado de la playa por las vias del tren, que había que pasar por debajo, llegando a la zona de tiendas, que estaban al lado de la playa. La playa, mala.
Al día siguiente, despues de un bañito de rigor en la playa, decidemos salir buscando otros lugares. Así que, sin darnos cuenta y con ganas de "baños de mar", nos encontramos de nuevo en "Diano Marina", esta vez, sí que reservamos en la "Zona Vip". Y efectivamente, por primera vez en el viaje, disfrutamos de dos días de auténtico descanso, con corriente alterna, cenas, baños en la playa, paseos en bici, etc. Nos hacía falta un par de días así.
El 30 de agosto, continuamos viaje hacia el norte, recorriendo siempre la costa y descubriendo lugares con encanto. Parábamos para comer en alguna playa del camino y aprovechábamos para darnos un bañito en el Mediterráneo. Llegamos así a la frontrera con Francia. La impresión fué espectacular, por lo que os lo voy a contar: llegamos a Ventimiglia, la última ciudad de Italia, donde tuvimos que soportar "el temperamento italiano", muy similar al español: bocinazos, motos que te adelantan por la derecha y por la izquierda al mismo tiempo, pasos de cebra contínuos, semáforos, caos circulatorio, pero seguimos avanzando pacientementemente, hasta que de repente desaparece el caos y sobreviene el orden, silencio, tráfico ordenado y tranquilo, ..estábamos en Menton , Francia, casi, casi como en España.
Continuamos viaje y al atardecer decidimos parar en un camping que parecía tener buena pinta: el camping La Gaillarde cerca de Isambres. Buen camping, Nos tocó la mejor plaza (la 49), y en frente a un medico alemán, José Andrés, nieto de un ferrolano ( de ahí su nombre), y a su mujer y a sus dos hijos.
Fué una estancia agradable, de esas que nunca olvida un autocaravanista cuando hace amigos y viaja, que para eso sirven los viajes, para conocer el mundo, arte, paisaje, cultura y lo más valioso que puede tener el hombre: amigos.
El 1 de septiembre, continuamos viaje, despues de despedirnos de José Andres y familia.
La costa francesa es escarpada, alternando zonas bajas y acantilados de una tierra rojiza de gran belleza.
Hay que hacer contínuas paradas para admirar esta parte de la costa del mediterráneo francés.
Y sin perderse un buen baño en las aguas calentitas del Mediterraneo.
Relajados, llegamos a otro lugar al que hay volver, a pesar del nombrecito: Aigas Mortes.
Es una ciudad medieval, perfectamente conservada
donde da la impresión de encontrarte en el siglo XIII-XIV, al lado de un río navegable y con un área para AC de pago al pie de las murallas. Una delicia. Recoges el ticket y al salir pagas en la maquinita, casi, casi como en España.
Al día siguiente, nos saludaron unos caballos que estaban paciendo plácidamente y visitamos la ciudad...ya os digo, perfectamente conservada. Para volver.
Continuamos viaje, sin olvidarnos de hechar un vistazo a Montecarlo desde lo alto, dejando la visita para otra ocasión. La razón: Acababamos de recibir la llamada de mi amigo de la infancia, Javier y familia desde Baracaldo, invitándonos a cenar en su casa. Así que apurariamos un poco para que no esperaran demasiados días. Calculamos ruta y etapas y partimos despacio pero sin pausa.
Llegamos al pueblecito de Colliure, donde Mary había estado de joven de au-per para aprender Francés.
Dimos 3 vueltas para intentar encontrar un lugar donde pasar la noche, pero fué imposible, por lo que continuamos un poco más hasta Port-Vendrés, donde hay un área para AC municipal, donde pernoctamos. Es tambien de pago, pero estaba a tope de AC, así que tuvimos que quedar fuera del recinto, por lo que no nos tocó pagar. Al llegar al área, vaciamos aguas grises y negras y recargamos agua. Lo comento por que desde el fondo del área, escuchamos un acordeón francés, que nos obsequió con el "Viva España" perfectamente entonado, como bienvenida. Todo un detalle.
Esto me sirve para comentar mi impresión sobre los franceses. Tienen fama de antipáticos, poco afables y un sinfín de estereotipos. Hay de todo, pero la mayoría, nos parecieron todo lo contrario: educados, amables, hospitalarios, siempre dispuestos a ayudar, impresión que corroboramos durante el viaje del año 2009 por la Bretagna francesa, en fín, que para conocer el mundo, hay que vivirlo y dejarse de "oídas".
Otro de los objetivos del viaje, era visitar la EXPO de Zaragoza, así que despues de pernoctar en Platga dÂro, continuamos viaje.Pernoctamos en un barrio nuevo, muy tranquilo al otro lado del puente del Pilar. Al día siguiente visitamos la EXPO durante todo el día, y continuamos viaje hacia Barakaldo, donde nos esperaba Javier y familia.
Llegamos al atredecer y pernoctamos en el centro de Barakaldo, cerca de su casa, muy tranquilos aunque un poco "inclinados".
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| Perseo en Barakaldo |
El resto del viaje, transcurrió por lugares conocidos. Decidemos continuar por la costa cantábrica, parando en Ribadesella, Tazones, durmiendo en Gijon, en un área privada de unos gallegos, frente al Hospital, con muy buenos servicios. Precio: 6 € por noche con descarga y carga.
Continuamos al día siguiente parando en Cudillero, Navia y llegando a Galicia, nos dirigimos a FOZ, donde dormimos.
Al día siguiente, dimos por terminado el primer gran viaje en nuestra flamante autocaravana. Fué toda un amagnífica experiencia. Reconozco que faltan muchos datos, como Kilómetros recorridos ( aproximadamente unos 6000), gastos de Gas- Oil ( no recuerdo), coordenadas de lugares destacados, pero era un novato y me dí cuenta al regresar y leer el foro de AC Pasion. Pero lo importante era conocer la ciudad histórica de mis sueños, y lo conseguimos.
Los próximos viajes, ya será de otra manera y ya tendré muchos más datos y fotos que sean útiles a otros aficionados a este atractivo y aventurero mundo del autocaravanismo, que sin despreciar otras formas de viajar, no deja de ser ideal para todas las edades, en familia o con amigos, adaptable a todas las economías y sobre todo, en libertad.
Espero volver a encotraros en próximas singladuras, ahora vamos al encuentro del resto de la tripulación, a ver como van los exámenes, como está la casa, etc,etc......
