EL PRIMER GRAN VIAJE A EUROPA: ITALIA

Desde que estudié cuando era niño la historia de Grecia y Roma, siempre tuve la ilusión de conocer la Ciudad Eterna y hacerle una visita a la estatua del gran JULIO CESAR.

Esta afición por la Historia Universal, me vino gracias a la influencia de uno de los mejores profesores que tuve cuando estudié el Bachillerato en el Instituo de Enseñanza Media de Noya, el Profesor de Historia y Geografia Dn Antonio Gutierrez.

Sus lecciones, que se convertian en relatos inolvidables, conseguían, que tanto a mí, como a mis compañeros de clase, el tiempo se pasase volando y nadie pestañeara hasta que el bedel, de aquel entonces, nos despertara a la cruda realidad, con aquel aviso de "¡La hora, Dn Antonio"!.

No podía, pues, ser otro mi primer gran viaje en autocaravana, sino a la capital del Imperio: ROMA.

Otra ciudad desconocida, tanto para mí, como para Mary, era VENECIA, por lo que los ingredientes del viaje, estaban echados: destino Roma, previo paso por Venecia, siguiendo por la costa del Adriático y regresar por la costa del oeste de Italia, por Montecarlo y llegar hasta Barakaldo, donde nos esperaban mi amigo de la infancia, Javier y su familia.

No había más que hablar: "Alea jacta est"! A Roma.

PRIMERA ETAPA: BURGOS

El 12 de agosto de 2008, fué el gran día de la salida.

Partimos de la Avda de Montecelo, Pontevedra, donde tenemos el garaje de la AC, y nos dirijimos hacia la AP-9 rumbo a la A-55, dirección Ourense y desde allí, a la A-66, dirección Burgos/Leon/Oviedo. Despues de 398 Kms, cogimos la salida 157, hacia Burgos, donde decidimos pernoctar.

Llevabamos unas coordenadas en el GPS, que nos llevó a la Avenida del Monasterio de las Huelgas. Allí, frente al Monasterio, aparcamos para pernoctar.

Como aún era temprano, decidimos ir a visitar el centro de Burgos y cenar. Hasta el centro, caminando, se tardan unos 15-20 minutos, con paso tranquilo y con perro, por lo que nos sirvió para estirar las piernas y hacer un poco de ejercicio.

Cenamos a gusto aunque la noche estaba fría y regresamos por el mismo camino. Las emociones del primer día y el buen tute que nos pegamos, nos permitió dormir como troncos hasta el día siguiente, en un lugar precioso y tranquilo.

No tengo las coordenadas porque era novato, pero con poner en el GPS Avda del Monasterio de las Huelgas, se llega perfectamente.

SEGUNDA ETAPA:BURGOS- SAN SEBASTIAN

Nos despertamos temprano. Desayunamos a bordo y salimos para dar su paseo matinal a Gandalf y visitar el Monasterio. A las 10 de la mañana, habia muy poca gente, por lo que la visita fué breve y rápida. Gandalf, se lo pasó muy requetebién, ya que al lado mismo de la AC, habia un jardin, con una fuente de piedra, que es frecuentado por perros del lugar, lo cual hizo que nos costara bastante convencerle que había que contunar viaje.

Partimos a las 11 de la mañana hacia la AP-1/E-5/E-80 que dejamos despues de 91 Kms hacia la N-I que durante 70 Kms, nos llevó hacia Donostia.

Nuestra idea era dormir en San Sebastian y tomar sus famoso "Pintxos", pero estábamos empeñados en encontrar un lugar para pernoctar, y pagamos la novatada: En el año 2008, no existía la fantástica Area para AC que hoy existe, así, según el TomTom, teníamos que ir hacia el Area de Errentería, alejado de la ciudad y por una carretrea secundaria. La dichosa área resultó ser un parque natural, hermosísimo y solitario, que además a la hora en que llegamos, las 10 de la noche, hizo que se nos saltara el corazón.

Pero de pronto vimos otra AC que estaba maniobrando para salir de donde estaba aparcada, pero que al vernos llegar, dió marcha atrás.

Resultaron ser una familia de Santander, que les pasó lo mismo que a nosotros buscando donde pernoctar, por lo que decidimos quedarnos, ya más tranquilos, aunque nos quedamos sin "pintxitos".

TERCERA ETAPA: ERRENTERIA-ST MARTORY

Por la mañana descubrimos el parque natural que nos rodeaba, y realmente concluímos que valió la pena: mesas y barbacoas por doquier, floresta frondosa, área para descargar aguas grises y negras, agua limpia para cargar, en fín, naturaleza pura y ....toda para nosotros.

Al cabo de media hora y ya casi terminando las manioobras de descarga y carga, comienzan a parecer autobuses con niños y mayores, en fín, que la tranquilidad se acabó, así que nos despedimos de nuestros compañeros de pernocta y partimos, con la idea de comprar una bombona de gas en una gasolinera de Cepsa.

Empeño inútil: En todo el País Vasco no hay bombonas de Cepsa en ninguna gasolinera.

Así que tuvimos que dar marcha atrás y entrar en Lekumberri, donde, por fín, despues de toda una mañana perdida, pudimos cambiar la bombona de propano: Primera lección aprendida.

Por fín, ya tranquilos, seguimos nuestro viaje.

A partir de aquí, las narraciones serán breves, pero trataré de contar lo más interesante para un autocaravanista, ya que este primer gran viaje, lo realizamos hace 2 años, y muchos detalles se nos olvidaron.

Esta etapa termina en un pueblecito francés llamado St Martory. El área de AC está situada mismo en el centro del pueblo, al lado del río, cuyo nombre no recuerdo y cerca de un puente medieval precioso.

Visitamos el puente y recorrimos el pueblecito, sorprendiéndonos por la belleza y señorío de sus casas, blasonadas, impecables, como sus calles limpias, casi, casi, como nuestros pueblos españoles.... pero la mayor alegría nos la llevamos cuando decidimos tomar unas cañas en un bar frente mismo del área. Nos sentamos en su pequeña terraza, le pedimos a un camarero fornido con pinta de brutote, "buen francés", con habla fuerte y segura, dos cañas ( a todo esto os diré que en Francia juego con ventaja, ya que Mary es profesora de Francés).

"El brutote, alto y fornido", volvió con las cañas y además con un recipiente con agua para Gandalf que estaba acostado debajo de la mesa. Fué nuestro chico agradecido que se levantó de un salto a beber el líquido elemento mientras que el "brutote", le acariciaba y llamaba "monamí", y cosas por el estilo.

Segunda gran lección: casi, casi como en las cafeterias de nuestro país, que están llenas de recipientes para nuestras mascotas.(!).

Conversamos, pues, alegremente con el "camarero", que resltó ser el dueño del bar, el cual nos informó que a la mañana siguiente habia un mercado en la misma plaza donde estaba el área, por lo que se temía que nos despertara el ajetreo el mercado. Ahora entediamos porque había una parte del área vallada.

Despues de conversar un buen rato, nos retiramos descansar, ya que contábamos con despertar pronto por el mercado del día siguiente.

CUARTA ETAPA: ST MARTORY-SÉTE

Efectivamente, a las 7,30 AM el bullicio en la plaza era muy notorio, por l que a las 8,00, ya estábamos a pié.

Mary aprovechó parea darse un paseo por los tenderetes y comprar "croasant" y fruta fresca. Desde luego, los croasant franceses, son inimitables.No se parecen en nada a los que estamos acostumbrados a comer en España y desde luego no tienen nada que ver.Es un gran invento de la repostería francesa.

A las 10,00 ya estábamos en ruta de nuevo.

No recuerdo muy bien el trayecto de ese día, hasta llegar a Carcassone, eso sí que no se nos va a olvidar.

Aparcamos junto a las murallas, cerca de la plaza central. Dimos un paseo y nos sentamos en la terraza de una cafetería a tomar y refrigerio. Recuerdo que llovía, al pasar el tiempo fué despejando. Recuerdo el paso de un avión comercial muy bajo, con lo que dedujimos que Carcassone tiene aeropuerto.

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